El Pedraforca, la cuna del alpinismo catalán
Enclavado en el Prepirineo catalán, El Pedraforca no sólo es una de las montañas más conocidas de Cataluña, es la cuna del alpinismo catalán. Por sus picos han pasado los más famosos y arriesgados alpinistas ya que sus características orográficas y geográficas lo convierten en un lugar privilegiado para la práctica de este deporte.
En el Parque Natural del Cadí-Moixeró, en la comarca de Berguedá, se encuentra uno de las joyas del alpinismo catalán. Con una superficie de 1.671 hectáreas, El Pedraforca presenta unas características inmejorables para la práctica de actividades de aventura y actividades en la naturaleza. Sus dos cimas llaman la atención del visitante al sobresalir de manera destacada del entorno. Los picos Pollegó y el Caderer están separados por un gran cerro convirtiendo la estampa en una bella imagen formada por los verdosos colores de la naturaleza y el color grisáceo de los milenarios materiales calcáreos fruto de la erosión del viento y del agua que han sabido moderar este tesoro del Berguedá.
Los escaladores profesionales encuentran en los 2.497 metros de altitud del Pollegó uno de los retos más arriesgados. No sólo la altitud es uno de los puntos más atractivos, sino la belleza de una montaña que cuenta con 170 vías de acceso y dos laderas completamente diferentes. La cara sur se caracteriza por una roca excelente y bien equipada, mientras que la norte es más alpina. Los aficionados al alpinismo califican El Pedraforca como una escuela donde cada escalada es una nueva elección, un lugar de aprendizaje donde enfrentarse a nuevos y apasionantes retos.
Pero no sólo los amantes del alpinismo encuentran en El Pedraforca un lugar privilegiado para su afición, en la montaña de la comarca del Berguedá también es posible realizar rutas de senderismo. Una de las más conocidas es la circular que permite tener una visión de 360º de la montaña.
La singularidad de este territorio fue reconocida en 1.982 al ser declarado Paraje Natural de Interés Nacional. Su gran riqueza biológica lo convierte en un lugar digno de protección. El bosque caducifolio, repleto de pinos y abetos, es el hogar de conejos, perdices y jabalíes, creando un reclamo más para visitar El Pedraforca.
Al finalizar una jornada de alpinismo o de turismo de naturaleza, nada mejor que alojarse en un hotel de la comarca del Berguedá para disfrutar del encanto patrimonial de sus pueblos.
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