Alojarse en el Delta del Ebro, una experiencia natural única
Pocos espacios naturales de la península ibérica desprenden tanto magnetismo como el Delta del Ebro. Los caprichos de la naturaleza han querido que la desembocadura de uno de los ríos más importantes de España se convierta en un espectáculo para ver, oír y sentir. Además, alberga uno de los humedales más extensos de Europa, lo que lo convierte en un espacio muy diverso en lo que a flora y fauna se refiere. A todo ello se le une un clima mediterráneo privilegiado y la posibilidad de realizar numerosas actividades que permiten un contacto pleno con la naturaleza. No se puede pedir nada más.
Con estas posibilidades, el Delta del Ebro es un lugar idóneo para una escapada de desconexión total. Los aficionados a las actividades al aire libre como el senderismo, la bicicleta o el piragüismo, por poner tres ejemplos, tienen en este rincón de la provincia de Tarragona un auténtico paraíso. A todo ello hay que unirle una gastronomía muy valorada donde el arroz tiene un gran protagonismo.
El Delta del Ebro cuenta con una buena oferta hotelera que ofrece diferentes opciones. Por un lado, hay alojamientos más urbanos para disfrutar del encanto de municipios como Amposta y San Carlos de Rápita y, por otro, hay pequeñas casas y hoteles rurales diseminados en varios puntos de este espacio natural. En todos estos casos lo importante es encontrar un lugar cómodo, con buena comunicación y que brinde la posibilidad de realizar algunas de las actividades que permite este enclave.
El HCC Hotels es una de las opciones más interesantes a la hora de buscar hoteles en el Delta del Ebro. Situado en el centro de la ciudad, permite desplazarse sin ningún problema y en poco tiempo a los espacios más interesantes del Delta, además de ofrecer la opción de llevar a cabo numerosas experiencias de contacto con la naturaleza.
La elección del alojamiento es una decisión importante, pero la clave es disfrutar al máximo del Delta del Ebro y dejarse seducir por sus paisajes de ensueño. Se trata de una escapada muy recomendable para toda la familia, ya que tanto grandes como pequeños disfrutarán al máximo de todas las posibilidades que brinda este espacio natural. Las lagunas y los senderos, que se introducen entre la vegetación y los arrozales, conforman un paisaje que no dejará a nadie indiferente. Mención especial merecen las aves que pueblan la desembocadura del río Ebro. Hasta 300.000 ejemplares de un amplio abanico de especies se han contabilizado en los últimos años. Todo un espectáculo para los amantes de la ornitología, pero también para el común de los mortales que no permanece indiferente ante semejante sinfonía natural. Entre todas ellas, destacan por su espectacularidad y belleza los flamencos que se pueden ver en toda su plenitud en la laguna de La Tancada.
Pero por si fuera poco, el Delta del Ebro también brinda al visitante la posibilidad de dejarse seducir por el Mediterráneo paseando o dándose un baño en una de las playas naturales más espectaculares de Cataluña, la de los Eucaliptos. Más de cuatro kilómetros de fina arena, dunas y vegetación conforman un lugar paradisiaco que confirma que una escapada hasta este rincón de la geografía española merece mucho la pena.
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