Alojarse en Las Ramblas, la calle con más personalidad de Barcelona
Si hay una calle que puede resumir gran parte de la personalidad de Barcelona, su vitalidad y su carácter esa es La Rambla o Las Ramblas, como también se conocen. En poco más de un kilómetro entre la Plaza de Cataluña y la del Portal de la Pau, donde se encuentra el Monumento a Colón, el visitante descubre un arcoíris de sensaciones que no le dejarán indiferente. Los puestos de todo tipo, los artistas callejeros, las terrazas y el continuo ir y venir de barceloneses y turistas generan un ambiente único que se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la ciudad condal. A todo esto se le suma que en las inmediaciones de Las Ramblas se encuentran algunos de los edificios más representativos de la capital como el Gran Teatro del Liceo, el Mercado de la Boquería, el Centro de Arte Santa Mónica y el Palacio Güell.
El paseo por Las Ramblas es una experiencia única que hay que repetir en más de una ocasión. Alojarse en los alrededores de esta mítica calle es un privilegio que el visitante tiene mucho más cerca de lo que parece. La cadena HCC brinda esa posibilidad gracias a la estratégica situación de sus hoteles, que permiten disfrutar de la magia de Las Ramblas tanto de día como de noche simplemente con caminar unos pocos metros.
El hotel HCC Montblanc se encuentra a sólo seis minutos andando del inicio de La Rambla en la Plaza de Cataluña. Una excelente forma de acudir tantas veces como se quiera a la calle más popular de Barcelona y empaparse de su encanto. Además, los primeros metros de Las Ramblas (la conocida como Rambla de Canaletas) son los más animados y concurridos. Un lugar estupendo para disfrutar de una de las terrazas que hay en este punto mientras se contempla el constante trasiego de personas.
A diez minutos caminando de Las Ramblas está el hotel HCC St. Moritz, otro de los hoteles de la cadena que puede presumir de su estupenda ubicación. Prácticamente el mismo tiempo es el que hay que caminar para llegar a la animada calle si el visitante se aloja en el HCC Taber y un cuarto de hora le llevará cubrir el trayecto que separa el hotel HCC Regente de La Rambla.
Son sin duda unas opciones muy interesantes para disfrutar más y mejor la belleza y las sensaciones que ofrece una calle que en realidad se divide en cinco partes. Además de la reseñada Rambla de Canaletas, están la de los Estudios, las Flores, los Capuchinos y Santa Mónica. Cada una de las cinco tiene su particularidad y esconde importantes curiosidades.
Lo que fue en su día el cauce de un río, se convirtió a finales del siglo XVIII en una calle que, con el paso del tiempo, fue forjando la personalidad que ofrece hoy. Por muchas veces que se visite y se pasee, La Rambla siempre sorprende y muestra algún detalle nuevo. Ese es el motivo de que el visitante la tenga muy en cuenta a la hora de escoger el hotel de su viaje a Barcelona.
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